Placeres de Guanajuato / Guanajuato Pleasures
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Queridos todos:
Queridos todos:
Hace rato que se me ocurrió la idea de girar un
pequeño escrito esporádico compartiendo unas cosas que estoy disfrutando –ya
sea temporal o menos temporalmente – digo, la vida de por sí es temporal, ¿no?
¡Carpe Diem!— aquí en la ciudad
de Guanajuato donde tengo la gran dicha de radicar.
Por fin, después de numerosas e inexplicables demoras, lo hago.
Por supuesto que varios amigas y amigos están
haciendo algo parecido de tal tamaño han sido los cambios en nuestra hermosa ciudad
(aunque orgánicos, por lo general, creo) … y además, como bien saben los que me
conocen, tengo el hábito de volverme algo hermitaña entre giras y así no me
entero de la nueva sensación; … así que yo escribo todo esto primordialmente en
el espíritu de compartir mis propios placeres, que es lo que hay que hacer con
ésos, ¿verdad? -- sean del paladar, del oído, del corazón … lo que sea … en
lugar de estar la Primera en Compartir la Nueva Movida.
Examinando mis propios gustos, me doy cuenta de que
muchas de estas cosas que disfruto son muy de Slow Food: es decir, provienen de fuentes locales, los ingresos que
generan se devuelven a la gente de aquí y no van a dar con los bolsillos de
corporaciones que no tienen ninguna conexión o compromiso con Guanajuato. Entre otros factores, pero baste
empezar con éstos.
A mi ver, en México estamos en una posición única:
sin entrar en más detalles, podemos aprender de los errores y los éxitos tanto
de los de al norte como de los de al sur y elegir, de tener la valentía,
nuestro propio camino. Tenemos una
dieta ancestral –por mencionar sólo una cosa— que es entre las más sanas del
planeta, suponiendo que no nos dejemos corromper del todo por la Coca. Tenemos
una de las panoramas de artes escénicas más vibrantes y creativos del planeta y
un gobierno que --hasta la fecha-- apoya al arte y al transporte público (ojalá y así siga). Digo, sean los que sean
nuestros
otros problemas,
que no son cosa baladí pero bueno: otro día.
Como me encantan los placeres de la mesa, es lógico
que la gran mayoría de las cosas que aquí menciono tienen que ver con la
comida. Pero no todas. Quizás sería mejor decir que son placeres de cualquier
tipo que me interesan: tanto corporales como mentales, incluso a veces
espirituales. Entonces, va el primer número de Placeres de Guanajuato /
Guanajuato Pleasures. ¡Ojalá y no
sea el único!
Quisiera empezar por decir que hace tres años y
medio, recuperé mi sentido de gratitud por radicar aquí. Bueno, no lo había perdido exactamente,
pero tampoco –entre una cosa y otra- estaba del todo presente en mí. Tengo un recuerdo muy nítido de mi
deseo de tener de nuevo esa sensación de extraordinaria dicha que tenía durante
todo el año Fulbright-García Robles, que fue mi primer año aquí.
Como a veces sucede, sin ni siquiera pensarlo
mucho, tan sólo con desearlo, sucedió.
Y ¿sabes qué, querido lector? – mejor que mejor: las cosas que en ese
momento estaban sucediendo aquí fueron cosas que hace 15 años (sí, parece
mentira pero llegué aquí en agosto del 1999) eran un sueño o de pleno
imposibles.
Yo sé que nos queda un trecho aquí en esta Ciudad
Patrimonio –y ¡caramba!, no es un trecho pequeño— pero sin embargo, ciertas
cosas aquí se han mejorado. Por
citar dos: hay menos perro callejero –gracias principalmente, me parece, a la
labor titánica de organizaciones como Amigos de los Animales— y por lo tanto,
menos excremento canino en las calles.
Estoy segura que no es del todo desconectado de la
cuestión del perro callejero que hay más actividad económica local. Digo, yo hablo no sólo del micro-local
de Xocolate en la Plaza del
Baratillo y del taller de joyería
escultórica de Cathie Gielis (naturalizada
mexicana de su natal Bélgica) sino también de mujeres campesinas con productos
de nopal, de otras mujeres con jabones elaborados de forma artesanal. Incluso
de las mujeres en el Mercado Hidalgo que antes vendían sus quesos en bolsas de
plástico como si nada y ahora los venden con una etiquetita. Esto no es señal de gentrificación: al contrario, es señal
de orgullo en su propia labor y sus resultados. Ellas, al menos, empiezan a
evitar esta terrible tendencia que tenemos, de infravalorar nuestro propio
capital humano.
En otro escrito hablaré de las cuestiones sociales
y sociológicas, al menos de las de mi barrio, que es el único que conozco. Está
muy presente todo esto por el proyecto de barrio que tuve con nuestra
Asociación Vecinal que hace poco se entregó. Próximamente …
Pero por ahora, a lo que te trujo Chencha …
Los Campos: ¿Hay mejor ejemplo de la ensalada cosmopolita que
es nuestra ciudad? Difícil imaginárselo: ella, Chef, mexicana de tierras
hidrocálidos (o sea, querido lector, de Aguascalientes) y él (somelier) de
Canadá anglófono. La comida es de
una imaginación y una inventividad asombrosas. Por no mencionar la
presentación, que es una delicia, y que delata totalmente el orgullo que esta
pareja-equipo tiene en su creación gastronómica.
Y otra cosa: la primera vez que yo fui, me llamó
poderosamente la atención que usan SERVILLETAS
DE TELA (¡¡luces, bomba y platilla!!). Servilletas de tela, queridos lectores, piénsanlo: esto
significa para un restaurante una disminución épica de basura. Además de que es mil veces, repito MIL
VECES, más agradable, placentero y civilizado. El CAVEAT ÚNICO, y digo el ÚNICO, es que a estas fechas
todavía no tienen su licencia de bebidas alcohólicas. Parece mentira pero desgraciadamente así es. [Aquellos con palanca en Presidencia,
¡¡A LA CARGA POR FAVOR!!] De ser permitido, les diría que traigan sus botellas
de tequila y mezcal fino, de ron y de vino … y de alguna manera se procuraría
servirlos. Pero esto no es
permitido, de manera que no lo digo.
El deleite
que es Los Campos se encuentra apenas subiendo del Baratillo: con espaldas a Cantarranas
y a la fuente, se ve como una “Y”. Por el ramal izquierdo se llegará a la
Compañía. Por el ramal derecho, al
“callejón de las verduras”. Allí,
y de inmediato se ve su portal.
Por lo pronto abren tipo 15:00 (3PM) hasta tipo 22:00 (10PM).
Xocolate: A apenas cinco metros de Los Campos es El Lugar del
Chocolate: Xocolate, en una ortografía entre su nativo náhuatl y
castellano. Y es prácticamente un
lugar sagrado, mis queridos. Chocolates varios: barras de chocolate desde el
blanco hasta el 95% cacao, ¡no miento! Cuando abrieron sus puertas hace unos
tres años, dijo mi querida amiga y colaboradora la renombrada poeta Lirio
Garduño, ¡La civilización ha llegado a Guanajuato! Olvídense, todos que
pasen por estas puertas, de Godiva Chocolates. Nada que ver. Baste con decir que en un reciente visita me
enteré de unas nuevas variedades, entre ellas un chocolate amargo con vinagre
balsámico y no recuerdo qué más; y otro de chocolate de leche con epazote y …
no lo revelo, sólo digo que por lo general para mí el chocolate de leche no es
chocolate pero en este caso hago una muy grata excepción. Y el siempre
asombroso chocolate con Chipotle, ayayay
madre mía. Yo cuando tengo que administrarme estrechamente me compro una
rueda del chocolate de mesa y en lugar de hacer chocolate lo como, con el mayor placer del mundo,
mmmmhhh.
Frutería Torres Hmnos, a.k.a. la Frutería del Baratillo, a.k.a. la frutería del moreno: Todo mundo ya debe de
saberlo, pero para las pocas personas que no … hace tres años que en la
primavera aparece en esta frutería espárragos; mora azul; mora; ahora kale (que
es un repollo cuyo nombre en castellano se me escapa) … y muchas otras cosas. Además de la extensa y rica selección de frutas y verduras
de siempre; dependiendo, por supuesto, la estación.
Me llama la atención que aquí aparecen estas
verduras. Hace 10 años, en San
Miguel Allende para un concierto, vi pasar en la calle unos señores vendiendo
espárragos. Seguramente, pensé,
por los extranjeros allá que lo piden.
Pero aquí ni huella, sólo en la Comercial o en la Mega en 120 pesos el
kilo, algo así. Hasta que apareció
allá con el More en el
Baratillo—válgame, espárragos a eso de 70 o 80 pesos el kilo, y digo, de una
frescura increíble, como si vinieran de tu propia hortaliza. Allí siguen.
Considéranse avisados.
Entre otras cosas, esto me llama la atención porque
esta frutería no surte a alguna población gringa o adinerada –de todas formas
la gran mayoría de la población gringa aquí está mejor dotada intelectual que
financieramente— no mis queridos, esta frutería vende a nacionales, y creo que
no hay nadie allí que hable una palabra de otro idioma que el castellano. Los extranjeros que se ven en esta
frutería compran allí porque saben que la verdura y fruta es mil veces mejor
que la que se vende –marchitada y con precios carísimos— en los sitios
supuestamente más cómodos para extranjeros, o sea la Comercial o la Mega. Que --¡caramba, soy la primera en
decirlo!-- tienen sus usos … pero la verdura fresca, local y deliciosa no suele
ser uno de ellos.
O sea, queridos amigos, esto es lo nuestro. Compran aquí, en estos lugares, en
estos negocios, atesórenlos.
La Puerta roja: Pan, y buenérrimo … En primer lugar, como han
de saber, a veces me pongo en Plan Hermitaña. A veces no estoy, porque tengo conciertos en otras partes
del planeta; y luego cuando llego, estoy preparándome para la siguiente salida,
o descansando. Pasé buena parte de
febrero a junio descansando del intensísimo año pasado --si quieren más detalles consulta
varias entradas en este mismo blog, empezando tipo mediados del 2012. Así que fue hasta tipo mayo que un buen
día, paseándome por Sangre de Cristo, que se me cayó el veinte de algo nuevo
allí. Caramba, me digo, ¡una
panadería! Creo que esa primera
vez ni entré, pero poco después, sí.
Es un lugar padrísimo, como aquí se dice: Uno de
esos edificios antiguos pero medio humildes, un espacio acogedor, a escala
humana, de esos que no se puede imitar, ¿ves? Han hecho lo mínimo al espacio, de manera muy respetuosa. Ofrecen un par de ensaladas y sopas,
varios baguettes, comida ligera.
Confieso que no he probado esta otra comida, solo el pan.
Porque ofrecen una bien cuidada selección de panes,
todos hechos con masa madre, o sea en inglés sourdough, natural yeast,
la levadura que se hace de harina, un poco de miel o azúcar, y el aire, mis
queridos, los milagrosos microbios del aire porque allí sí que vienen microbios
que hacen –o se convierten en- levadura.
Este proceso requiere de mucha paciencia y es muchísimo menos seguro que
abrir un sobre de levadura … pero los resultados son de veras
maravillosos. En pocas palabras,
es aún otro proceso artesanal.
¿Ves?: esto es lo nuestro.
Masaje, a.k.a. las asombrosas Hermanas Flores … y sus salsas.
Hace un par de meses pasé a la frutería
del Baratillo y al lado vi a las Asombrosas Hermanas Flores. Que,
asombrosamente y con su acostumbrada tenacidad e imaginación, habían abierto
otro lugar. Son rebuenas
masajistas, fueron las primeras aquí (que yo sepa) y parece que no se dan por
vencidas, nunca. Allí puedes buscar tu masaje exprés de pies o de espalda, o tu masaje del todo no-exprés de todo el cuerpo. Ahora tienen, de forma a veces
esporádica, unas salsas que son –como aquí se dice—de poca madre. Una de cacahuate con gengibre, otra
como de chile asado con un toquecito de vinagre … más artesanía. Mis respetos.
Celular: 473 120 05 14
Casa Cuatro: Yoga y Pilates con Tlathui
Benavides …
y bueno, habiendo dicho todo esto, hay Yoga y Pilates en la Casa Cuatro con
Tlathui Benavides, que además de talentosísima bailarina es buenérrima
instructora de estas dos disciplinas tan importantes. Y digo, para todos,
tengas 20 años o 60, seas hombre o mujer.
También en plena Plaza Baratillo, Centro
Bharati: Yoga con Alejandra … . (¿Ya ven la variedad que ahora tenemos
aquí? Es asombroso.) Y aquí la
comida es buena y vegetariana y hay una boutique bastante mono de ropa hindú. ¡¡Mmmhhh!!
Tardía adición: Escarola … en Positos
#38, casi frente a la Casa-Museo Diego Rivera. Apenas inaugura y no he probado la comida; pero ayer,
volviendo de llevar a la Azabacha a sus vacunas, nos asomamos y vimos el sitio
y la carta. Hermosos los dos. Se
supone que hay opciones de comida incluso veganas; además de platos para
carnívoros y vegetarianos. Me
aseguro de comer allí en estos días para dar un informe.
Guanajuato Pleasures
Dear all,
Quite a while ago it
occurred to me that it would be fun to send around some sporadic notes sharing
things which I am enjoying here in this city of Guanajuato --where I have the
great good fortune to live—either temporarily or oh well, less temporarily. Since life is pretty temporary, right?
CARPE DIEM.
Anyway … Finally, after inexplicable delays, I am
starting to do this.
Now, various friends are
doing similar things, so extensive have been the changes in our beautiful city
(and organic I believe, on the whole) … Those of you who know me know that
I turn into a hermit between tours, so I’m not always up on the Very Latest
Sensation; thus I can assure you that I write all this in the spirit of sharing
these pleasures of mine, which is what we should do with pleasures, right? –be
they of the palate, the ear, the heart … whatever; rather than being the First
to Discover the Latest Sensation.
I feel that in Mexico we
are un a unique position: without going into more detail, we can learn from the
successes and the errors of our neighbours to the north as well as to the
south; and choose, if we have the courage to do so, our own way. We have an ancestral diet –to mention
just one thing—which is among the healthiest on the planet. We have one of the
most vibrant and creative performing arts scenes on the planet; and a
government which –so far!—supports the arts and public transport. I mean,
whatever its problems in other areas may be: which are not exactly
insubstantial … but more on that another day.
Examining my own tastes, I
realize that many of these things which I enjoy are very Slow Food: that is,
they come from local sources, the income they generate is returned to the
people of this place instead of ending up in the pockets of corporations who
have neither connection with --nor commitment to-- Guanajuato. That should do to start with.
And then, since I take
great delight in the pleasures of the table, it’s logical that the great
majority of the things I mention here have to do with eating. But not all. Perhaps it would be better to say that what interest me are
pleasures of any kind, corporeal as well as mental; even, sometimes,
spiritual. So here is the first
number of these Pleasures of Guanajuato … let’s hope it’s not the only one!
I want to start by saying that
some three and a half years ago, I recovered my sense of gratitude at living
here. I mean, I hadn’t lost it
exactly, but between one thing and another it wasn’t as present in me as it had
been. I have a very clear memory
of intensely desiring to have again that sensation of extraordinary good
fortune which I had during the whole Fulbright (more correctly,
Fulbright-García Robles) year in Guanajuato, which was my first whole year
here.
As sometimes happens,
without thinking about it much, just wanting it, it happened. And you know
what, dear reader? – better yet: the things which are now happening here are
things which 15 years ago –seems impossible, right? but I arrived here in
August of 1999— were a dream or totally unthinkable.
I know we have a way to go
here in this UNESCO World Heritage Zone City --and caramba,
it’s not a little bit of a way—but nevertheless, certain things are better
here. Just to mention two: there are fewer street dogs –thanks principally, in
my view, to the titanic work of VOLUNTEER organizationes like Amigos de los
Animales – and therefore, less animal excrement in the streets; and second,
there is more local economic activity.
I’m talking not just about
the micro-local of Xocolate in the
Plaza del Baratillo (see below), or about the Taller de Joyería Escultórica
(Sculptural Jewelry Workshop, see the next installment) of Cathie Gielis
–native of Belgium but naturalized Mexican for some years now— in Casa Cuatro)—;
but also of countrywomen with products made from nopal; and with other products
like soaps, handmade from local herbs and vegetables. I’m talking also about the women in the Mercado Hidalgo who
ten years ago sold their cheeses –from goats’ and cows’ milk—as though they
were nothing and now have little labels on them. This is not some process of gentrification: on the contrary,
it’s a sign of pride in their own work and its results. These women, at least, are starting to
find a way around that terrible tendency we have, to undervalue our own human
capital.
In another post I’ll start
to speak about the social and sociological questions, at least those of my own barrio, which is really the only one I
know. All this is very uppermost in my mind because of the neighbourhood
project which we recently delivered, I and the Asociación Vecinal (Neighbourhood Association) to which I belong.
Soon …
But for now, to what I
promised …
Los Campos: Is there a
better example of the cosmopolitan salad which our city is becoming? Hard to
imagine: she, a Real Chef, from Aguascalientes; he a sommelier, from Anglophone
Canada. The food is astoundingly imaginative and inventive. Not to mention the
presentation, which is as delicious as the food and which totally reveals the
pride which this couple-team have in their gastronomic creation.
And another thing: the
first time I went (when they were still in Alonso) I was bowled over when I saw
that they have Cloth Napkins. (Lots of lights, drum roll!!) Cloth Napkins, dear readers, just
think about it: this signifies, for a restaurant, a near-titanic reduction in
garbage. Besides which it is a
thousand times, I mean a bazillion times, more agreeable more pleasant, more
civilized.
The Only Caveat, and really
The ONLY one, is that as of the beginning of July they still –in spite of the
most diligent and tenacious efforts with the Relevant Authorities— do not have
their permit to serve alcohol. If it were permitted, I would say to you that
you should bring your bottles of fine tequila and mezcal, of good wine … and in some fashion it would be
possible to serve them. But this
is not permitted, and so I shall not say it.
This delight which is Los
Campos is to be found just coming up from the Baratillo: with your back to
Cantarranas and the fountain, it looks like a “Y”. If you take the left arm you will go to the Compañía. The right arm will take you to the
“Callejón of Vegetables”.
Beginning the right arm you see their sign. I believe that for now they are opening from 3pm to 11PM. Enjoy!!
Barely five meters from Los
Campos, you will find The Chocolate Place: Xocolate, spelled somewhere between
native Nahuatl and Spanish. And
indeed, it is practically a sacred site. Various chocolates: bars from white to
95% cacao, I swear! When they opened up about three years ago, my dear friend
the renowned poet Lirio Garduño exclaimed, “Civilization has arrived in Guanajuato!”
Forget about Godiva Chocolates, all you who pass through these doors. This is a different league.
Suffice it to say that on a
recent visit I tasted some new
varieties invented by the proprietors (he from Puebla, she from the Bajío),
among them a dark chocolate with balsamic vinegar and I don’t remember what
else; milk chocolate with epazote and … I won’t reveal it, I’ll just say that
in general for me milk chocolate doesn’t even qualify as chocolate but in this
case I make a very happy exception. And that always astounding chocolate con
chipotle, ayayay madre mía. When I am in Austerity Mode, instead of
buying individual chocolates I just buy one of those wheels of chocolate de mesa and instead of making
chocolate to drink I just eat it, with the greatest possible delight, yummmm.
Frutería Torres Hmnos, a.k.a. la Frutería del Baratillo, a.k.a. la frutería del moreno: Everyone should already know about this, but for the few people who don’t … some three years ago in
the Spring I was amazed to see ASPARAGUS in this vegetable store; as well as
blackberries, blueberries, now kale …
and various other more “exotic” vegetables and fruits. Aside from the usual extensive
selection of stuff, always varying depending on the season of course. It’s very interesting to me that we’re
seeing these sorts of things here. Ten years ago, when I was in San Miguel de
Allende (SMA) with Ehecalli for a
chamber music concert, I saw country men on the street selling asparagus; at
the time I figured it was surely because there were foreigners in SMA and thus
a market for such a thing. But in
Guanajuato at that time, not a trace: just in the Mega or the Comercial
Mexicana (the two US-style supermarkets here) all dried up and at a very
inflated price. And there are plenty of Mexicans who like asparagus, it’s not
just a foreign taste! Until it appeared with el More (short for el Moreno, the
proprietor of the Baratillo vegetable store) … and what asparagus it was and
is! Costs anywhere between 40 and
70 pesos the kilo and so fresh it might have come from your own kitchen garden.
Be aware … !
Various reasons this
interests me, but at the head of the list is that this frutería doesn’t sell to
a fancy gringo or foreigner clientele – in any case the great majority of the
foreigners here are better-endowed intellectually than financially!—no my
dears, this frutería sells to nationals; and I believe that no one who works
there speaks anything other than Spanish.
The foreigners who shop there do so because they know that the fruit and
veggies are a thousand times better and fresher than what you generally find in
the Comercial or the Mega, all wrinkled and old and overpriced. Those
supermarkets have their uses, I’m the first to acknowledge, but good fresh
local produce is generally not among them.
So, dear ones, this is
ours. Buy here, in these places
and these businesses, take an interest in them, treasure them.
La Puerta Roja (The Red Door): really Good Bread! … As some of you know, there
are times when I become a bit of a Hermit. Sometimes I’m not here because I have concerts in other
parts of the planet; and then when I get home I’m preparing for the next trip,
or just plain resting. So it wasn’t until this past May that one fine day,
strolling down Sangre de Cristo, the penny dropped that there was something new
there. Caramba, I said to myself,
a bakery! I think that first time I didn’t even go in, but shortly thereafter,
I did.
It’s a delightful place:
one of those old buildings, one of the rather humble ones, a cozy space on a
human scale, one of those you just can’t imitate, you know? They’ve done the minimum to the space,
in a very respectful fashion. As
well as being a bakery, they’re a restaurant, offering a couple of salads and
soups, various baguettes: light food. I confess I haven’t yet tried the food,
so far just the bread.
So far just the bread is
enough. Because they offer a
well-considered selection of breads, all made with sourdough yeast –which is
the yeast you get, with luck, when you mix together some flour, a little honey
or sugar, and air, my dears: those miraculous microbes in the air, because in
the air are microbes which make, or change into, yeast. This process requires considerable
patience and is way less sure than just opening an envelope of yeast … but the
results are truly marvellous. Yet another artisanal process.
You see? This
is ours.
Massage, a.k.a. the Amazing Flores Sisters … and their salsas! A couple of months ago I went into the Frutería del
Baratillo and in the next doorway saw the Amazing Flores Sisters, both of them.
Who, amazingly and with their usual tenacity and imagination, had opened
another place. They are really
good masajistas (masseuses), both of
them. I think they were the first
real ones here; and they seem never to give up. Now you can get a Massage Express for feet or back, or your
whole-body no-express massage.
Now, more or less sporadically, they also have these salsas (sauces)
which are, as we say here, de poca madre
(drop-dead delicious). The two
I’ve tried are peanuts with chile and ginger; and roast chile with a bit of
vinegar. More artesanía.
My respects.
Celular: 473 120 05 14
Casa Cuatro: Yoga y Pilates
with Tlathui Benavides … OK, having said all the foregoing, in Casa Cuatro
there’s Yoga and Pilates with Tlathui Benavides, who besides being an
incredibly gifted dancer is a really fine instructor of these two very
important disciplines. And really,
for everyone, whether you are 20 or 60 years old, man or woman.
Also right in the Plaza del
Baratillo, the Centro Bharati: where there’s yoga with Alejandra as well. Now are you starting to see the variety
we have here? It’s astounding. And
in the Centro Bharati there’s good Indian vegetarian food and a nice little
boutique of Indian clothes.
YUMMM!!
A late addition: Escarola
… in Pocitos #38, almost exactly in front of the Casa-Museo Diego
Rivera. They just opened and I haven’t tried the food yet; but the other day,
returning from taking Azabacha for her vaccines, we poked our heads in and saw
the place and the menu. Both
really lovely. It seems there are
options fro vegans, for carnivores, and for vegetarians. I shall do everything possible to eat
there soon and deliver a report ;=))
Felicidades Ana Cervantes !! Excelente tu blog, mucho éxito!!
ResponderEliminar¡Qué padre blog querida Ana! Abrazos, Michael
ResponderEliminar¡Qué placer leerte, querida! Besos
ResponderEliminarAna, me gusta nuevo Blog!!! saludos!!!! :)
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